Hablemos de Gente hablando: "La cita"

Hablemos de Gente hablando: "La cita"

Hablemos de Gente hablando: «La cita»

Continuando los post sobre la serie "Gente hablando" que comencé la semana pasada con el análisis sobre "El astronauta", esta semana quiero compartir con vosotros mi opinión sobre el capítulo "La cita", protagonizada por Álvaro Carmona y Celia de Molina.

La cita

En pleno siglo XXI, las formas de relacionarnos y conocer posibles nuevas parejas han evolucionado hacia plataformas virtuales donde mostrarnos como mercancía fresca en un tenderete, convirtiendo en todo un reto el hecho de ser “elegidos” por un/a desconocid@ y evitar la realidad temida de ser rechazados o no gustar en la vida real.

En este episodio de Gente Hablando, se muestra en el contexto de una cita la crueldad de nuestros criterios de selección, la contradicción e irracionalidad a la hora de determinar que es una mentirijilla piadosa y en definitiva el doble rasero a la hora de valorar que vale y que no, según lo hagamos nosotros o el /la de enfrente.

Este capítulo me resulta extraordinario porque toca elementos como la necesidad de gustar y encontrar a alguien compatible que me asegure “sufrir” poco ante la idea de ser muy diferentes y tener que afrontar el decir “lo siento”, no hay feeling, adiós. O lo que es peor, que me lo digan a mí y aguantar en mis carnes el rechazo.

Parece que el hecho de pasar la primera criba virtual con un “match”, nos hace sentir pseudo-valiosos (aunque sea para un/a autentic@ desconocid@) y nos anima a fantasear con la idea de que alguien al otro lado empieza ya a soñar con nosotr@s.

Esta realidad de gran calado social hace que mucha gente llegue a la consulta con gran sensación de soledad, angustia, vacío y miedo a no ser elegibles tras experiencias de fracaso en diversos encuentros.

Y es que estamos inmersos en mensajes donde priman cuatro cosas:

  1. La vida son dos días y que no hay mucho tiempo para equivocarse
  2. Hay que soñar alto y fuerte para triunfar porque de lo contrario serás un mediocre
  3. Solo el que triunfa de forma rápida y potente valey más aún si no implica un largo esfuerzo extra para conseguirlo, sino el ser “descubierto” o valorado por una capacidad o virtud que la naturaleza te ha regalado (cualidad musical o artística, belleza física…)
  4. Dicho triunfo cuanto más impacto social tenga mejor, ya que, el ser reconocidos públicamente en el éxito otorga el aderezo ideal en una sociedad cada vez más exhibicionista y vanidosa en la que solo existe y es valioso aquello que sea objeto de subirse a una red y ser etiquetado con un “me gusta” o pueda cuantificarse en un alto número de “followers”

Equivocarse si bien puede resultar doloroso es una puerta al aprendizaje

Frente a estas realidades yo argumento en terapia que equivocarse si bien puede resultar doloroso es una puerta al aprendizaje y sin duda es fruto de haber intentado lograr algo y para eso…nunca es tarde. El hecho de no ser una persona excepcional, prestigiosa, sublime o extraordinaria no te hace mediocre, sino normal, que si la naturaleza te regala un “don” no eres más afortunado que aquél que sin tenerlo logra superarse y crecer en sus limitaciones y por supuesto…que la necesidad actual de mostrar la CARA A de nuestra vida nos priva del placer de la intimidad y por qué no decirlo…nos hace sentir falsos al ocultar la CARA B de la misma por temor a no ser tan atractivos.

Gente hablando. La Cita

Álvaro Carmona y Celia de Molina en un momento del capítulo

Este episodio muestra la gran contradicción en la que nos movemos rechazando en el otro lo que hacemos en primera persona pero que justificamos con un sinfín de matices que explican por qué es diferente que lo haga yo a que me lo hagan a mí.

El punto de partida es que dos personas se citan tras conocerse en Tinder y él se sorprende porque no es la mujer de la foto. Aquí se abre un diálogo casi filosófico de lo que se considera “engaño”. Ella de forma espléndida afirma que la mejor forma de venderse es la de estar allí, físicamente en la cita y darse a conocer (algo a todas luces de otra época), y él afirma que no es la persona con la que ha hecho “match” y se muestra molesto, casi estafado.

Tú no has hecho match con una persona…

Ella exhibe afirmaciones de gran calado tales como: “tú no has hecho match con una persona…esto que está aquí ahora frente a ti es una persona, lo de Tinder no”, “cuatro fotos y dos frases de lo que te gusta viajar y los días de lluvia…eso no es una identidad, eso es un avatar”, “reconozco que puedas sentir que mi foto es un engaño…pero dentro de una farsa”.

Él intenta defender su postura aludiendo a unas reglas del juego que hay que seguir, y ella le confronta a diversas cosas de la vida que “nos tragamos” y que no coinciden con la foto con la que nos las venden sin generar decepción en ello como para reclamar o tacharlo de timo.

En este punto coloca al chico en un “jaque mate” porque aunque argumenta el engaño como excusa para su retirada ella le confronta a una realidad de fondo que nadie quiere reconocer: “los dos sabemos por qué estamos aquí, tú querías follarte a la chica de la foto y para que eso ocurriera y que entre todo el océano de personas que hay en Tinder, ella te hiciera caso y tuviera una cita contigo has usado tus armas, una foto marcando abdominales, otra con un perrito, Wikipedia (para saber quien era el grupo preferido de ella y decir que a él también le gustaba pese a desconocerlo)…etc.” y hete aquí que con este diálogo nos encontramos ante la dificultad de reconocer mi frivolidad o superficialidad, a cómo un@ pasa a temer ser rechazad@ a sentirse con todo el derecho de hacerlo.

Y entre aclaraciones y discusiones sobre lo que es mentir o ligar, esta pareja va exponiendo argumentos de profundidad que da mucha más información de una persona que una simple foto.

Y como siempre, Álvaro Carmona propone un final sorprendente, donde el objetivo no es que el chico se quede…sino que ambos reelijan quedarse. Como siempre…maravilloso.

1 Comentarios

  1. GABRIELA
    06.02.2019 at 8:52 pm
    Responder

    Muy interesante el blog de esta semana!. No sé qué es lo que más me atrapa de este blog… pero estoy deseando ver otro capítulo de la serie, que con maestría y humor dirige Álvaro Carmona, para poder disfrutar de una lectura tan elocuente sobre el ser humano, en esta «nuestra» sociedad.

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